sábado, 8 de julio de 2017

16-4

Me tiembla la voz por decirte todo esto que me recorre por la sangre, me muerdo la lengua cada vez que te veo para no hablarte, para no gritarte todo ésto que mi ser guarda como si nunca hubiera tocado tus labios, como si nunca te hubiera conocido; saber que tengo que cerrar todo ese remordimiento que me quema por dentro, sin que siquiera vos lo sepas, lo notes o te des cuenta que en mi hay algo que no está bien cada vez que te veo.
Y ahí estás vos, mirándome con tu mejor sonrisa y estirando tus brazos queriendo saludarme o queriendo agarrar mis manos, mientras yo me callo y mientras me rompo otro poco. Claramente no voy a bajar la guardia ni voy a dejar de ir porque estés ahí.
Quisiera decirte cuánto doles, qué sentía, qué me pasaba y todo eso que nunca me diste el lugar para decirte. Todo lo que me calla es el orgullo que tengo y el respeto hacia ella porque no tiene nada que ver. Sostengo lo mal que te manejaste y lo mal que hablaste; después de 15 días sin hablar apareciste como nada, pidiéndome disculpas y creo que ahí entendiste lo que yo era, porque aunque me clavaste un puñal, te deseé lo mejor junto a tu felicidad; qué otra cosa iba a decirte? No podía alejarte más de lo que ya estabas y qué se suponía que te dijera todo eso que quiero en ese segundo donde calculo que tu felicidad era buena y rescato que me lo hayas dicho, pero creo que más no podía hacer.
También se me ocurre pensar que en algún momento viste todo eso que a mi me pasaba, o el brillo de mis ojos cuando me mirabas, mis audios o mis mensajes diciéndote que eras el mejor y que me encantaba tu voz, mis buenos deseos y mis tontos intentos por acariciarte y tenerte un poco más cerca. Esperé un mes para poder besarte y no sabes todas las emociones que tenía, y ahí estabas parado adelante mío dando vueltas porque te dije que me gustaba tu perfume, y creo que hoy tengo que guardarme esas cosas para no gritártelas. Pero hoy, lo único que voy a decirte es que, ese día que te dije que no quería nada con nadie... era porque quería todo con vos.