martes, 30 de diciembre de 2014

Solo buscamos amor.

Y entonces levanté la mirada, mire el cielo oscurecer, respiré profundo y solté el aire extrañando tus besos una vez más; te miré a los ojos y largué un "yo también te quiero", sabiendo que pasaba otra cosa por mi cabeza y era nada más ni nada menos que amarte, mezclado con un poco de enojo acomulado por algunas actitudes que habías tenido en ese entonces; quizás pude mentirte en mis palabras, pero sencillamente, no quería lastimarme más el alma.
En mis ojos aún perduran las lágrimas porque sé que ya no estás y no vas a volver.
Hoy me siento rara porque quiero abrazarte sin importar nada, sin embargo, otros días quiero que estés donde hoy estás por miedo a sufrirte una vez más.
Disculpa, si no logro entender tus miradas o tus maneras de hablar, es sólo que traté de olvidar todo lo que conozco de vos.
Creo que las cosas eran demasiado lindas y fantásticas a tu lado que tal vez el miedo a perderte me terminó ganando y terminé perdiendote, pero sin embargo, parece a vos no haberte afectado mucho para variar y eso sorprendió a mi alma ya que "era el amor de tu vida", no? Así solías llamarme.
Aún recuerdo aquél día en el cual decidiste alejarte de mi, con algunas lágrimas en los ojos acepté tu desición, pero hasta el día de hoy es que no sabes cuánto dolió, y tampoco lo vas a saber.
Sabes qué es lo que más me estremece recordar? Tu sonrisa blanca, sincera y transparente, tus ojos celestes de día, verdes en el anochecer y grises en los días de lluvia.
Alegraste mi vida por un corto rato pero fue suficiente para que pueda recordarte eternamente.
HOY, te extraño y te quiero pero seamos simplemente compañeros. 

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